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Nódulos tirodeos, ¿son todos malos?

  • Actualidad

La glándula tiroidea se encuentra situada en la parte inferior del cuello por debajo de la laringe, rodeada y en contacto con múltiples estructuras tanto vasculares (arteria carotidea y vena yugular), nerviosas (nervio laríngeo recurrente), respiratorias (tráquea), digestivas (esófago), musculares y cadenas ganglionares.

La función de la glándula tiroidea consiste en la producción de hormonas tiroideas para la regulación del metabolismo del organismo y que éste pueda funcionar correctamente. Su regulación es automática según las necesidades del organismo, siempre que no exista algún problema en algún paso dicha regulación.

Por tanto se puede afirmar que sin glándula tiroidea o sin un buen funcionamiento de la misma no se puede vivir.

La glándula tiroidea puede ir evolucionando a lo largo de la vida como cualquier otro órgano del cuerpo, y como las personas también puede envejecer, sufrir enfermedades, dejar de funcionar correctamente o adaptarse ante situaciones adversas, como por ejemplo el caso de cuando aumenta de tamaño (también conocido por el nombre de bocio) cuando existe un déficit de yodo prolongado o cuando sufre un proceso inflamatorio crónico que no le permite funcionar correctamente.

Dentro de estos procesos de adaptación y envejecimiento existe la posibilidad de que la glándula generé la aparición de nódulos tiroideos.

Pero, ¿los nódulos tiroideos son malos?, ¿hay que quitarlos siempre?, ¿me tengo que preocupar porque me hayan diagnosticado unos nódulos en el tiroides?

La respuesta para todas estas preguntas en general es ¡¡NO!! Por los siguientes motivos:

  • Los nódulos tiroideos son cambios estructurales de la glándula que se pueden considerar fisiológicos con el envejecimiento de la glándula tiroidea, por lo que son mucho más frecuentes su aparición conforme la persona tiene más edad.
  • Son muy frecuentes en la población mundial, no sólo la española, afectando al 5% de la población, y aumentando este porcentaje hasta el 30% a partir de los 50 años, sobretodo en mujeres.
  • Los factores de riesgo más habituales para su aparición son: Edad, tabaco, alcohol, obesidad o por vivir en áreas geográficas con falta de yodo 
  • Por el hecho de que existan nódulos en la glándula tiroidea no significa que esté afectada su función, de hecho en la mayoría de los casos la función tiroidea es normal y la persona suele estar asintomática.
  • Sólo el 5-6% de los nódulos tiroideos son malignos, por lo que la inmensa mayoría de los mismos no precisan cirugía, sólo seguimiento.

 

Por tanto, dado que la mayoría de los nódulos tiroideos son benignos y no provocarán ningún problema a la persona que los tiene, conviene hacer un estudio de los mismos para saber cuáles de ellos si pueden dar problemas, aunque sea una minoría de los mismos.

La forma de estudiar los nódulos tiroideos se realiza mediante 3 pruebas complementarias:

  • Analítica: Aunque la mayoría de los nódulos tiroideos no afectan a la función de la glándula, existen algunos de ellos que pueden ser funcionantes y provocar alteraciones en las hormonas tiroideas y en consecuencia afectar a la función de la glándula tiroidea
  • Ecografía tiroidea: Es la mejor prueba de imagen para estudiar los nódulos tiroideos. No es cara, sencilla de hacer, disponible en cualquier consulta del Servicio de Endocrinología y Nutrición (y en su defecto, en el Servicio de Radiología) y no produce radiación, por lo que se le puede hacer a cualquier persona que lo precise, incluidas a las embarazadas y los niños.

Mediante el estudio ecográfico de la glándula tiroidea y de sus nódulos (si están presentes) se pueden saber las medidas en sus 3 dimensiones (tamaño), si existen signos de alguna enfermedad asociada en dicha glándula y las características de los nódulos tiroideos, si éstos sugieren un aspecto benigno o son sospechosos de malignidad. También nos sirve para evaluar el comportamiento de los nódulos tiroideos con el paso del tiempo mediante análisis comparativo con exploraciones ecográficas previas.

  • Punción de aguja fina del nódulo tiroideo (PAAF): La PAAF consiste en realizar una punción con aspiración de células (muestra celular) del nódulo tiroideo que pueda sugerirnos ser sospechoso de malignidad por ecografía tiroidea, o en caso de no ser sospechoso, se realiza en el nódulo que más rentabilidad diagnóstica nos puede dar en el resultado celular cuando se mande analizar a anatomía patológica, soliendo ser el nódulo tiroideo más representativo de la glándula tiroidea, y siempre que esté indicado hacerla.

Por tanto, la PAAF sólo se realiza en algunos nódulos tiroideos seleccionados por criterios ecográficos, y no siempre está justificado hacerla.

Con estas 3 pruebas complementarias podemos hacer una aproximación diagnóstica bastante acertada de los nódulos tiroideos y poder seleccionar aquellos que precisarán cirugía o radioyodo y los que tan sólo requerirán un seguimiento.

Por tanto, si le han diagnosticado en su tiroides la presencia de un nódulo o varios de ellos póngase en contacto con un especialista de Endocrinología y Nutrición para proceder a su estudio y darle el diagnóstico y manejo preciso que usted necesita.

Nuestro grupo INNOVEN está formado por especialistas de Endocrinología y Nutrición que pueden darle un servicio de alta calidad en este tema y en muchos otros para que pueda sentirse apoyado por nuestra profesionalidad y por nuestro interés en el servicio a nuestros pacientes que son nuestra máxima prioridad.

 

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