SOP: No es solo un problema ginecológico, es un problema metabólico
El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es mucho más que quistes en los ovarios y reglas irregulares. Durante años se ha tratado como un problema exclusivamente ginecológico, pero la evidencia científica ha demostrado que en su raíz late un trastorno metabólico y endocrino: la resistencia a la insulina. Entender esto es el primer paso para un tratamiento eficaz y completo.
El papel clave de la insulina:
La insulina es la hormona que permite que la glucosa entre en las células para usarse como energía. En la resistencia a la insulina, las células no responden bien a esta hormona, por lo que el páncreas debe producirla en exceso. Este exceso de insulina en sangre (hiperinsulinismo) tiene dos efectos directos sobre los ovarios:
- Estimula la producción de andrógenos (testosterona): Provocando acné, exceso de vello (hirsutismo) y alopecia.
- Altera la ovulación: Causando ciclos irregulares e infertilidad.
Más allá de los ovarios: Las consecuencias a largo plazo.
Tratar el SOP solo con anticonceptivos para regular la regla es abordar la punta del iceberg. La resistencia a la insulina no tratada conlleva riesgos graves:
- Diabetes Mellitus tipo 2: Hasta el 50% de las mujeres con SOP desarrollarán diabetes antes de los 40 años.
- Enfermedad cardiovascular: Mayor riesgo de hipertensión, colesterol alto y síndrome metabólico.
- Esteatosis hepática (hígado graso).
- Mayor dificultad para perder peso.
El abordaje integral: La combinación ganadora.
El tratamiento eficaz del SOP debe ser multidisciplinar, combinando:
- Endocrinología: Evaluamos el grado de resistencia a la insulina con pruebas específicas. En muchos casos, utilizamos fármacos como la metformina o los agonistas del GLP-1, que no son para la diabetes, sino para mejorar la sensibilidad a la insulina directamente.
- Nutrición: La piedra angular del tratamiento. No se trata de hacer "una dieta", sino de un plan de alimentación personalizado que estabilice los niveles de azúcar e insulina en sangre. Priorizamos:
- Carbohidratos complejos y de bajo índice glucémico.
- Proteínas de calidad y grasas saludables.
- Combinación de alimentos para ralentizar la absorción de glucosa.
- Estilo de vida: El ejercicio, especialmente el de fuerza, mejora enormemente la sensibilidad a la insulina.

